12.Dic 

2020

Fotografía tu Navidad

Ya llegan las Navidades y seáis o no amantes de estas fiestas, es un buen momento para coger vuestra cámara. Realmente, sacar fotos en Navidad no es diferente a hacerlo en cualquier otra época del año pero sí que hay una serie de elementos y de situaciones propias de estas fechas que no deberíais dejar escapar. Por eso, hoy os enseño 9 tips creativos para aprovechar fotográficamente estas fiestas.

1. Adáptate a tu realidad.

Cuando hablamos de Navidad, el imaginario colectivo se llena de nieve, trineos con renos, pistas de patinaje sobre hielo… ¿pero qué pasa, por ejemplo, cuando vives en una isla donde la temperatura media anual es de 24º? Pues nada, no pasa nada, porque sin nieve, ni renos, también es Navidad. Hay una Navidad diferente en cada lugar del mundo, una Navidad propia de cada persona, así que aléjate de estereotipos y muestra la tuya sin complejos.

2. Échale humor.

¿A quién no le gusta la Navidad? Las reuniones familiares, la decoración navideña, la comida rica, los reencuentros, los regalos…todo esto convierten estas fechas en irresistibles pero también tienen su otra cara. Yo reivindico la cara B. Esa “otra visión” de una misma realidad siempre será más original y, por qué no, más divertida. Las resacas en la oficina después de la novena cena navideña, los estragos estomacales a consecuencia de tanto atracón o la sensación de ser un superviviente de ese Walking Dead que son las compras navideñas. Si en estos momentos, también necesitas un café doble o no te faltan ganas de esconderte debajo de la mesa, usa la fotografía para mostrarlo.

¿Cómo conseguí la fotografía del café? Usando una velocidad rápida para detener el movimiento, con el diafragma no muy abierto y dejando caer piedras verticalmente dentro de la taza. El resto es solo armarte de paciencia y tener la fregona cerca si es que las haces en casa. Se mancha mucho, pero al final acaba saliendo.

3. Los preparativos.

No busques solo el resultado final porque los preparativos navideños también tienen su magia. Un buen ejemplo, serían los regalos: intentad no centraros solo en el momento de colocarlos bajo el árbol o en el instante de abrirlos a la mañana siguiente. Si eres de los que te curras el envoltorio, ¡sácale una foto! 

Para que vuestra fotografía sea un éxito, os propongo el siguiente “abc”:

a) utilizar luz natural porque el resultado siempre será mucho más limpio y además tendréis menos problemas con las sombras. 

b) usar elementos sencillos pero adecuadamente escogidos para tratar de conseguir un conjunto homogéneo. 

c) centrar la atención en un objeto principal e ir colocando el resto en torno a él en un una especie de desorden perfectamente ordenado. 

Para que la imagen no sea tan impersonal, puedes introducir las manos interactuando con algún elemento. Si te sucede como a mí, y sueles utilizar mucho este recurso, el trípode y el auto-disparador inalámbrico se convertirán en dos herramientas indispensables.

4. El bodegón.

Pensad una cosa: ¿qué es lo que hace de un fotógrafo un buen fotógrafo: su cámara o su creatividad? No voy a negar que tener un buen equipo ayuda mucho pero si no hay nada más detrás, las imágenes quedan frías y no terminan de conectar con quien las ve. Con esto lo que quiero decir es que muchas veces en nuestro móvil tenemos una herramienta perfecta y que si sabemos sacarle el máximo partido puede darnos muy buenos resultados. Ya no hay excusa para no capturar esos momentos únicos de la Navidad porque todos llevamos una cámara en el bolsillo y si hay un género que funciona perfectamente bien con la cámara de nuestro teléfono móvil es el bodegón. 

Knolling.

Es una de las fotografías que más me gusta hacer, sobre todo, porque me permite contar historias a través de este tipo de composiciones. Un Knolling es organizar y fotografiar objetos cotidianos que tenemos por casa. Enfocado a la temática navideña se me ocurre por ejemplo mostrar una receta tradicional que siempre hagáis o contar un plan a través del look que llevaréis puesto. 

Estas fotos se caracterizan por estar tomadas desde un plano cenital y los protagonistas serán los objetos que hemos cuidadosamente escogido y colocado de manera ordenada, siguiendo parámetros como el tamaño o el color.

La clave está en la composición, por eso utilizar el formato cuadrado siempre ayuda a componer mejor la fotografía además de dar una mayor sensación de orden. 

Muy importante también es elegir bien el fondo: yo suelo optar por fondos blancos que ayudan a resaltar los objetos. Si prefieres otra opción, mejor que sea de un único color y con una misma textura para no desviar la atención.

Bodegón desordenado.

Lo mejor de estas fotografías es que parecen escenas reales normalmente tomadas sobre una cama o una mesa. De nuevo, la selección de los elementos es muy importante: deben ayudarte a contar tu historia y además deben formar parte de un conjunto homogéneo.

El bodegón desordenado te permite una mayor libertad a la hora de componer y te puedes permitir ciertas licencias como que algunos elementos cobren protagonismo sobre otros o que no aparezcan enteros. Eso sí, ten cuidado de no pasarte: recuerda que hablamos de un desorden pretendido, minuciosamente escogido por nosotros.

Como ya dije anteriormente, el uso de manos o incluso de las piernas ayuda mucho a humanizar nuestra fotografía y así conseguimos introducir al espectador en ella.

5.  Los planes caseros

Desde que hacemos calendario de adviento en casa, mi agenda está desbordada de planes navideños: algunos son fuera de casa pero muchos de ellos son planes caseros. La fotografía de interior tiene muchas cosas positivas y entre ellas está que tenemos un mayor control sobre lo que hacemos. Ideal para practicar.

No dudes en usar una amplia variedad de planos (generales, de detalle, cenitales) usa contraluces, o juega con la profundidad. Tu sesión se verá visualmente enriquecida y siempre habrá tiempo de hacer descartes posteriores. Lo que más penaliza nuestra progresión es no intentar cosas nuevas.

6. Jugar con harina

Aunque es un plan casero, el juego con harina merecía una mención aparte solo por la que liamos. Lo primero que hice fue preparar el set: coloqué la mesa junto a la ventana y pasé una buena tarde con los niños montando y decorando nuestra casita de jengibre. Cuando llegó el momento de echar la nieve, simplemente me aseguré de  explicarles lo que tenían que hacer y colocar un poco los elementos que aparecerían en la foto. El resto fue retirarme y dejarles hacer: lo pasaron pipa y creo que eso se recoge muy bien en las fotografías de ese día. No sé si yo lo pasé tan bien limpiando después, sin embargo cuando miro las fotos pienso que valió la pena.

El truco para fotografiar la harina (líquidos, confeti, etc) es utilizar velocidades rápidas y así congelar el movimiento. Si además tienes una buena fuente de luz delante, esta te ayudará a que se vea mejor.

7. Muestra el resultado final. 

Si te has currado el calendario de adviento o la decoración navideña de tu casa ha quedado espectacular, si daba pena sentarse a la mesa o abrir los regalos de lo bonitos que estaban, no dudes en hacerles una foto porque debes de estar orgulloso del trabajo que has hecho y estoy segura que querrás tener un recuerdo de ello.

En este punto, voy a centrarme en la fotografía gastronómica porque en Navidad se come mucho y bien. Además suelen ser platos muy visuales que facilitarán obtener un mejor resultado y también nos servirán como prueba cuando en enero no entendamos nuestros kilos de más.

La clave para saber si hemos acertado con una foto gastronómica es que nos entre hambre al verla. Partiendo de esta premisa, vamos a convertir a nuestra comida perfectamente terminada y emplatada en la protagonista de nuestra foto, difuminando el resto (mayor apertura de diafragma). 

Quizás alejándome un poco de las típicas escenas navideña, mucho más blancas,  he escogido una estética más oscura, pero es que esta me permite destacar un elemento de manera notoria y componer la escena alrededor de él. Una vez más, usaremos luz natural lateral, que dirigiremos hacia nuestro protagonista con reflectores negros (una simple cartulina negra valdrá). Haz pruebas y juega un poco con la luz abriendo y cerrando cortinas. Verás como cambia el resultado.

En la fotografía gastronómica, el estilismo es muy importante. Para potenciar ese ambiente oscuro, utilizaremos un fondo y una base oscuras así como una serie de accesorios que nos ayudarán a completar la escena. Las flores y las frutas por ejemplo siempre dan muy buenos resultados. Ahora solo queda ir probando, quitando y poniendo elementos hasta conseguir lo que buscamos.

8. Retrato.

La Navidad es sobre todo emoción por eso el retrato me parece uno de los géneros clave a la hora de fotografiarla. Obviamente, la ilusión con que la viven los niños los convierten en los auténticos protagonistas de estas fechas y de ahí que el reto sea capturar esa magia en su mirada.

Mi primera recomendación es que te acerques mucho al fotografiado y cuando ya creías que estabas cerca, lo hagas un poco más. Aunque el entorno es importante y siempre debemos prestarle atención, en este caso no quería que la emoción de sus miradas se perdiese en un escenario demasiado grande. El plano que usé fue el picado y el resto lo hicieron ellos, poniendo su magia.

9. No te borres de la foto.

Estoy convencida de que te sientes más cómodo detrás de la cámara. Muchas veces por afición pero muchas otras veces por pudor. Yo también soy de esas, aunque he tratado de interiorizar este mensaje y aparecer más en las fotos. 

“Cuando miramos atrás, muchas veces lo que recordamos es lo que vemos en las fotos. Ese recuerdo de tu abuela, de tu madre…y lo que queda no es que tu madre o que tu abuela eran perfectas o si tenían o no papada, lo que queda es que estaba contigo en ese momento”.

Aprende a delegar en otros el papel de fotógrafo oficial. Si puedes, regálate una sesión profesional con algún fotógrafo que admires. Yo lo hice cuando nació mi segundo hijo y las guardo con muchísimo cariño. Otra opción es el auto-disparador  inalámbrico aunque si es verdad que con esta opción se pierde mucha verdad. Así que mi recomendación es que le cedas la cámara a otro y que te limites a disfrutar. Igual no es la foto perfecta que tu hubieras sacado pero sí será la foto perfecta porque tú apareces en ella siendo feliz.

Y ese es el mensaje con el que me quiero despedir: disfruta de la Navidad y sé muy feliz. Con eso, las buenas fotos casi saldrán solas. 

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