Preparar unas peras al vino blanco es muy sencillo. Lo primero que tienes que hacer es echar el vino en un cazo que tenga un tamaño más o menos mediano. Con que quepan las peras luego en él es suficiente.

A continuación debes incorporar la rama de canela y el azúcar moreno. Pon a calentar estos ingredientes a fuego medio, hasta que empiecen a hervir.

No olvides remover de vez en cuando, o se puede quedar pegado el azúcar al fondo del cazo y no solo te estropeará la receta, sino que es difícil de retirar.

Una vez que comiencen a hervir estos ingredientes, incorpora las peras. Cuécelo todo junto a fuego lento durante 20 minutos, removiendo con cierta frecuencia. Una vez transcurrido este tiempo, aparta las peras.

Continúa cociendo el resto de los ingredientes durante otros 20 minutos. Sigue removiendo algunas veces, de manera que el vino coja consistencia y se vaya formando un almíbar.

Una vez pasado este tiempo, retira el cazo del fuego. Pasa su contenido a un recipiente, retira la rama de canela y mételo en la nevera para que se refrigere durante un par de horas al menos.

Y cuando tanto el almíbar como las peras estén bien frías, tan solo te queda poner las peras en el fondo de un cuenco, echar una buena cantidad de almíbar, y ya puedes servir estas riquísimas peras al vino blanco, ¡para chuparse los dedos!

Variante de presentación: coger mascarpone y añadirle zumo y ralladura de naranja. Ponerlo en la base del plato y colocar las peras. Echarle una buena cantidad de almíbar y tus frutos secos favoritos (avellanas o pistachos por ejemplo).