Los imprescindibles que hay en mi bolso: barritas de cereales para comer bien entre horas.
¿Alguna vez estando en la cola del supermercado, os habéis puesto a analizar las compras de la gente? Yo lo hago mucho e incluso me invento las historias que hay detrás de cada persona ¿Os imagináis que sucedería si me dejaran analizar sus bolsos? Pues algo parecido es lo que vamos a hacer en el post de hoy.
Cuando nació Mateo como madre primeriza que era, llevaba dos bolsos: el suyo y el mío. En el suyo, llevaba tantas cosas que prácticamente estaba preparada para no volver a casa en una semana. De todo se aprende y con Martín, esto cambió: para nuestras salidas diarias, lo hemos simplificado todo a lo estrictamente necesario.
El refrán Burro grande, ande o no ande es la máxima que utilizo a la hora de escoger bolso. Cuando conocí la marca española Josefina Bags lo tuve claro porque cuando eres madre no quieres renunciar a tu estilo pero sobre todo necesitas practicidad: su impecable exterior esconde un interior repleto de compartimentos que volvería loca de felicidad a la mismísima Mary Poppins (si no me creéis mirad mi Instagram). Además se puede enganchar al cochecito con solo dos clics.
¿Qué es lo que hay dentro de mi bolso? Pues nada raro, creo.
– Móvil, cartera, llaves y gafas de sol.
– Un neceser pequeño con pañuelos de papel, maquillaje y crema.
– Agenda. Soy terriblemente organizada y necesito llevarla siempre encima (la mía es de aquí además esta web es más que una shop ya que te ayuda a poner orden en tu vida y conseguir tus proyectos).
– Libro. Este año vuelvo a tener un propósito lector que consiste en leer 12 libros en 12 meses (la etiqueta de Instagram es #yosíqueleo2017). Como tengo que aprovechar cada momento libre que tengo, siempre lo llevo encima y para que no se estropee lo meto en una bolsa portalibros.
– Para Martín, en un neceser pañales, bálsamo, toallitas y una muda de ropa.
– Entretenimiento para los niños: para Martín, un libro y para Mateo unas ceras pequeñitas geniales para llevar en el bolso (las puedes conseguir aquí).
– Un botellín con agua y algo de picoteo y en esto me voy a detener para explicaros que yo soy fatal con la improvisación y la comida. Si improviso con la comida, acabaré comiendo un bocata o algún dulce por eso prefiero planificar y llevar algún tentempié saludable encima. La fruta siempre es una opción pero si prefieres algo más elaborado, hoy traigo una receta de barritas de cereales perfectas para comer bien entre horas.
Estas barritas son ideales como tentempié, para un desayuno rápido o como un aporte extra de energía para los que practican algún deporte (ojalá me incluyera en este grupo). Su elaboración no es nada complicada. Suelo hacerlas a menudo, son deliciosas y un complemento nutritivo alucinante y el hecho de que estén hechas en casa es un plus.
Con esta cantidad de ingredientes, da para unas 16 barritas. Puedes cambiar los ingredientes a tu gusto con los cereales o frutos secos que prefieras o también puedes añadir alguna fruta deshidratada.
– 200 gr. de avena
– 50 gr. de copos de maíz tipo corn flakes
– 50 gr. de nueces
– 50 gr. de almendras
– 120 ml. de miel
– 60 gr. de mantequilla
– 60 gr. de azúcar moreno
– 70 gr. de chips de chocolate negro
Preparación:
1. Mezclamos la avena con los copos de maíz, las nueces y las almendras (todo previamente triturado).
2. En un cazo, mezclamos la miel, la mantequilla y el azúcar y lo ponemos al fuego a temperatura baja hasta que el azúcar se haya disuelto por completo.
3. Ahora, lo echamos en la mezcla de avena y revolvemos bien hasta que quede todo bien mezclado. Por último añadimos los chips de chocolate, excepto un puñadito y volvemos a mezclar bien.
4. Ponemos la mezcla en una bandeja cuadrada cubierta con papel de horno. Repartimos y apretamos bien. Bueno no bien, super bien. Apretar, apretar y apretar. Con las manos, una cuchara o una espátula pero este proceso tiene que estar bien hecho para que las barritas tengan la consistencia adecuada.
5. Por último, echamos por encima los chips de chocolate que habíamos reservado y volvemos a apretar. Tapamos la bandeja con papel film y la guardamos en la nevera toda la noche (incluso podemos volver a ponerle algo de peso encima).
6. Pasado este tiempo, desmoldamos la placa de cereales y cortamos, dándole forma de barritas.
Esta receta es genial: súper fácil y no necesita horno. La textura de estas barritas es blanda, por lo que es mejor que las guardéis en un recipiente hermético dentro de la nevera y así se mantendrán más duritas (aquí comprobaréis si habéis apretado lo suficiente). Y tanto si las guardáis en la nevera, como fuera, en un recipiente cerrado eso sí, duran perfectamente una semana.
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